Currículum

Objetivos a corto y medio plazo

Estrella López (25) y Carla Ubasart (26) practican el judo desde los 4 años, vieron en este deporte unos valores de lucha y respeto con los que se identifican aún hoy.
Tras terminar sus carreras académicas entendieron que el Judo había pasado a ser no solo su pasión si no también su trabajo. A lo largo de los años han ido acumulando un palmarés importante que poco a poco les ha hecho más implicadas, más motivadas, más comprometidas... Pero les queda algo mucho más grande por: llegar a las Olimpidas de Tokyo2020.

Las dos han tenido una vida paralela desde que son pequeñas, mismos retos, esfuerzos y objetivos. Hasta que en 2017 estos caminos se juntaron. Su club de Judo decidió darles una ayuda para alquilar un piso en un barrio humilde de Madrid. Sin conocerse de nada empezaron a vivir juntas y se dieron cuenta de que sus vidas habían sido muy parecidas a 500km de distancia. Además de amigas, son un equipo, un tándem de entrenamiento. El judo es un deporte individual, pero el equipo es imprescindible.

El camino de deportistas de alto nivel de deportes minoritarios es muy duro, pero no se rendiran. Trabajan cada día juntas para conseguirlo.
Su objetivo está claro, pero a los Juegos Olímpicos solo pueden ir los 18 mejores del mundo de cada peso. La clasificación depende de un ranking mundial y este último año es decisivo. Este ranking depende de los puestos conseguidos en competiciones, de las cuales lamentablemente tan solo se poden permitir la asistencia a unas pocas ya que la federación no tiene fondos para cubrirlas todas.

Dificultades para su consecución

Debido a ello, parten en desventaja frente a las competidoras de otros países a las cuales sí cubren la totalidad de las competiciones, por lo que aumentan sus probabilidades de clasificarse.
Por suerte cuentan con el apoyo de sus familias y su club para intentar reducir esta diferencia económica, pero todo tiene un límite.

Por qué es importante para tu/vuestra carrera deportiva y qué significa conseguirlo

Necesitan que les ayuden, un último empujón. Porque para ellas Tokyo2020 es mucho más que el sueño olímpico de todo deportista. Es la oportunidad de cumplirlo en Japón, donde el Judo no es solo un deporte, es una tradición milenaria que representa una actitud y unos valores con los que se identifican. Porque viendo su palmare, solo les queda: ser olímpicas.

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