El deporte es la mejor escuela para la vida
Theresa Zabell, bicampeona olímpica
Doble campeona olímpica, pentacampeona del mundo, tricampeona de Europa, Theresa Zabell es una de las deportistas españolas más desatacadas de la historia. Además, fue la primera mujer que recibió la gran cruz del mérito deportivo, ejerció la vicepresidencia del Comité Olímpico Español, pero además también fue Eurodiputada y responsable de la candidatura olímpica de Madrid 20202. Desde hace más de veinte años cuida el mar desde la Fundación Ecomar.
¿Cuáles son tus primeros recuerdos asociados al deporte?
No tengo un recuerdo en concreto, porque yo creo que todos mis recuerdos están asociados al deporte, si no al deporte organizado, sí a la actividad física, porque somos una familia tremendamente activa, siempre estábamos en la calle. De hecho, cuando éramos pequeños, no teníamos televisor en casa porque mis padres decían que eso de vernos ahí sentados viendo una caja, no les gustaba nada. Además, yo me crié rodeada de hermanos, de chicos, y eso te hace espabilar.
La vela no fue tu primer deporte, practicabas más disciplinas, ¿no?
Si, yo en el colegio empecé a practicar baloncesto, estaba en el equipo del cole, y también corría los 800 metros y hacía campo a través, esas fueron mis primeras competiciones, las de atletismo. Yo, cuando soñaba, me veía corriendo en la pista de atletismo. Era bastante buena, en mi categoría, con 10 y 11 años, llegué al Campeonato de Andalucía, estaba siempre entre las tres primeras, pero bueno, en aquella época tampoco había tantas competiciones como hay ahora para esa franja de edad. Luego empecé también a jugar al tenis.
¿Y en qué momento tomaste la decisión de apostar por la vela?
Siempre me había fascinado ver esos barcos en el mar, las velas, ver como entraban y salían. Íbamos a un club que estaba en la playa y sí que veía dos o tres personas que tenían barcos, y siempre me iba a la arena y veía como los montaban, era algo que me había fascinado de pequeñita. En Fuengirola, donde yo crecí no había un club náutico hasta que yo tenía 13 años, entonces es cuando hago un curso y me pongo ya a navegar de manera más continua y a competir.
Fue un proceso de aprendizaje corto, porque comenzaste a competir muy joven.
Sí, de hecho con 15 años gané el Campeonato de España y con 16 ya fui a mi primer Mundial. Aquello fue toda una aventura, porque no estaba preparado que las chicas tuviésemos la posibilidad de ir a representar a España en el exterior. Ahí logré ir.
Desde ese mundial al que acudes hasta ahora, ¿Qué evolución has visto en el deporte?
Una evolución increíble, y a mejor, por supuesto. En aquella época, las chicas participábamos en el Campeonato de España pero navegamos en la flota con todos y la que más arriba quedaba, era la campeona, no había un campeonato organizado solo para nosotras. Y luego, evidentemente, la representación en el exterior no estaba contemplada. Dentro de la Federación Española de Vela no había una línea presupuestaria para las mujeres, y no lo digo con afán de crítica, simplemente eran los tiempos que corrían, y cada uno tenía derecho a lo que tenía en aquel momento y las chicas, pues, con excepción de unos poquitos deportes, como eran el atletismo, la gimnasia y quizás la natación, el resto, no estaba contemplado que fuésemos a representar a nuestro país. Ahora, eso ha cambiado radicalmente, es un 50-50. Las niñas y los niños hacen deporte en los colegios, compiten por igual, y van a representar a España ya en categoría júnior, y cada una tiene sus competiciones. En muchos deportes se ha llegado a la igualdad en cuanto a participación deportiva.
Además del cambio en igualdad, el deporte se ha modernizado, se ha transformado en negocio, ¿hay algo de la esencia inicial del deporte que eches en falta?
Yo creo que, por lo menos en la vela, esa esencia o gran parte de esa esencia, sigue estando. Veo a los chavales jóvenes y tiene un ambiente estupendo, se lo pasan pipa, les divierte muchísimo lo que están haciendo y para mí, esa es la esencia del deporte. Por fuera, los clubes, las federaciones, los equipos, todo está más profesionalizado y ellos, evidentemente, se lo toman en serio. Nosotros también nos lo tomábamos en serio aunque no tuviésemos un entorno tan profesionalizado, pero yo por lo menos salía a entrenar y parecía que me iba la vida en ello. Pero luego, con el grupo de regatistas, del club, siempre había muy buen ambiente, conservo amigos de esa época.
¿Crees que tiene menos visibilidad el deporte femenino? Si es así, ¿Por qué crees que sí porque crees que es?
Hay estudios sobre la visibilidad y la repercusión mediática del deporte femenino, y los medios de comunicación no salen bien parados. Tenemos muy poca cobertura mediática, el primer estudio que vi nos situaba en el 3% y aunque ha crecido, sigue estando por debajo del 10%. Pero las cosas hay que analizarlas en su contexto, cuando vemos la cobertura mediática del deporte en general en España, casi todo es fútbol masculino. El femenino se está haciendo un hueco pero aún queda camino por recorrer. Entonces, claro, si el fútbol masculino ocupa un 85% de la cobertura mediática, pues realmente queda un 15 para repartir entre hombres y mujeres. No podemos decir que el deporte masculino tiene mucha cobertura y el femenino no, porque hay que analizar los deportes llamados minoritarios.
Hablando de visibilidad, ¿Cuál puede ser el camino para acabar con la desigualdad?
Hay que concentrarse y centrarse en hacer héroes y heroínas en nuestro deporte. Yo recuerdo un estudio que se hizo hace unos años en los colegios, se llamaba “qué quieres ser de mayor”. Los niños, una gran mayoría querían ser deportistas. Y sin embargo en las chicas estaba mucho más repartido el qué querían ser, y la palabra deportista no existía. Eso te da que pensar y analizar, al final ellos citaban a sus héroes, sin embargo, a las chicas, no supieron contestar nombres de mujeres deportistas. Si no tienes a quien emular, es muy dificil que sueñes o creas que es posible lograr tus metas.
El primer paso es crear heroínas, y este fue un programa que yo puse en marcha cuando estaba de vicepresidenta en el Comité Olímpico Español. Se trataba de dar visibilidad, no solo de sus resultados deportivos, si no de ellas como personas, personas con valores. Esto ha mejorado un poco porque muchas niñas saben quién es Mireia Belmonte, Lidia Valentín, Carolina Marín…
Tenemos grandes heroínas en nuestro deporte, antes también estaban pero no se conocían, y ahora se empiezan a conocer. Tenemos mucho camino que andar, hay que dar repercusión y valor a lo que hacen nuestras deportistas y que se les conozca, no sólo por quien son o sus resultados, sino hacer de ella un icono mediático, que es lo que han sabido hacer muy bien en el fútbol, el automovilismo o el tenis.
Tu trayectoria profesional es tan exitosa como la deportiva, ¿Cuál es la clave?
La clave es tener siempre claro un objetivo en mente. Una persona que no sabe qué quiere conseguir, es muy difícil que lo consiga. Los deportistas somos personas que nos planteamos un objetivo, por ejemplo, ir a los juegos, un objetivo a 4 años que lo vas desmenuzando, partiendo, para no pensar solo a cuatro años vista, pero sabes dónde estás y dónde quieres llegar, que es lo importante, y eso es algo que siempre he aplicado. Cuando cierro una etapa pienso que es lo próximo que quiero hacer, y cuando abro una nueva, igual, saber a dónde quiero llegar, qué es lo que quiero hacer y que sean objetivos concretos para poder cumplirlos.
Se podría decir que has mantenido tu mentalidad de deportista.
Todos los que hemos hecho deporte de alta competición, tenemos una serie de valores que hemos aprendido a través del deporte, y después consigas o no tus objetivos deportivos, te va a servir para toda la vida, para lo que vayas a hacer después. A mi me gusta hablar del deporte como la mejor escuela para la vida, porque al final en el deporte se aprendes una serie de valores y aprendizajes que es muy difícil que lo aprendas en otro ámbito de la vida. Es algo que hay que valorar mucho, y me consta que muchas empresas lo valoran de los deportistas, que sabe marcarse objetivos, trabajar en equipo, motivarse… no todo el mundo es así y los deportistas sí han aprendido esas cosas.
En el ámbito de la gestión deportiva, ¿consideras que hay desigualdad?
Así como en la participación deportiva, ya prácticamente hemos llegado a la igualdad, con casos excepcionales, no hemos llegado en otros ámbitos del deporte, como son la dirección deportiva o la cobertura mediática… La gestión del deporte sigue estando muy masculinizada y de hecho, han tenido que poner cuotas para animar a que más mujeres estuviesen en puestos de dirección. Creo que también es importante que las mujeres nos animemos a dar ese paso, que no siempre lo queremos tomar porque le damos más prioridad a lo mejor a la familia, pero es importante porque es un camino que hay que recorrer y abrir para que las que vengan por detrás se lo encuentren allanado para poder transitarlo.
Fuiste pionera en el deporte, y también en la gestión, ¿Qué consejo darías a las mujeres para rompan esos techos de cristal y confíen en sus capacidades?
El primer consejo es que se animen a hacerlo, porque ellas pueden. Yo estoy acostumbrada a entrevistar gente para cubrir vacantes que podemos tener y es curioso la diferencia con la que hacemos las entrevistas los hombres y las mujeres. Estoy generalizando, pero muchas veces los hombres en las entrevistas creen que son capaces de hacer todo, y luego, a lo mejor lo contratas y ves que no es tan bueno como lo que él había hecho ver. Sin embargo, las mujeres son más cautas, “no lo he hecho, lo intentaría”, y luego están perfectamente capacitadas, de sobra.
Cuéntanos, qué proyectos estáis haciendo ahora en la Fundación Ecomar para el cuidado del medioambiente en general y los océanos en particular.
Nos dedicamos mucho a concienciar y educar, si llegas a un espectro de la población que está receptiva, metes una semilla y la vas regando, por poco que lo riegues, va a dar resultados. Es lo que solemos llamar actuar en origen o cerrar el grifo. Podemos salir todos los días a limpiar costas, que, si no dejamos de ensuciar, no lo vamos a solucionar. Nos gusta mucho hacerlo y recoger es muy importante, pero mucho más importante es el mensaje de concienciación.
Tenemos una red de centros náuticos, en los que todos los niños que acuden a aprender un deporte, hacen una formación medioambiental también. Son unos 12-15 mil niños en España y 4mil en Portugal cada año. También estamos lanzando una campañas para los colegios, este año hacemos una prueba piloto y para el año que viene lo queremos tener en marcha, y luego estamos en varios proyectos, incluido uno científico, que hemos hecho por el mediterráneo recogiendo muestras de la columna de agua… Se nos conoce más por la parte de concienciación y educación, pero también estamos en proyectos para poder llegar a más gente y originar un cambio más grande.
Y ahora has entrado en un proyecto más, siendo embajadora de Ellas son de Aquí.
Me pareció estupendo. El tema de poder actuar con mujeres deportistas es increíble y es muy necesario. Han dado en el clavo para ayudarlas a superarse a sí mismas, porque lo que necesitamos es que tengan éxito y sirvan como referentes a todas las que vienen detrás.